La propuesta del expresidente Donald Trump de imponer aranceles generalizados del 10% a todas las importaciones, y mayores a productos provenientes de China, Canadá y México, generaría un “masivo” aumento en los costos de producción y precios de bienes en Estados Unidos, advirtió Lael Brainard, directora del Consejo Nacional Económico de la Casa Blanca.
Durante un discurso en la Brookings Institution, Brainard explicó que los fabricantes estadounidenses dependen de importaciones para muchas de sus operaciones diarias. “Este cambio podría alterar significativamente la estructura de costos, afectando tanto a productores como a consumidores con aumentos considerables en los precios finales”, señaló.
Entre los sectores más vulnerables se encuentran el automotriz y el alimenticio. Según S&P, empresas como General Motors, Stellantis, Volvo y Jaguar Land Rover podrían ver reducidas sus ganancias hasta un 20%. Además, productos cotidianos como café y chocolate podrían experimentar incrementos importantes en sus costos.
Por su parte, Trump defendió su propuesta argumentando que los aranceles “harán rico al país”, en un intento por reducir el déficit comercial de Estados Unidos. Sin embargo, los efectos imprevisibles sobre las cadenas de suministro y los consumidores generan preocupación entre expertos y líderes empresariales.
En un contexto similar, la presidenta Claudia Sheinbaum en México implementó aumentos del 35% en aranceles a mercancías confeccionadas y del 15% a textiles, buscando proteger empleos y garantizar condiciones equitativas para las empresas nacionales. Estas medidas reflejan la complejidad de equilibrar intereses comerciales y la economía doméstica en ambos países.
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